Las rosas son rojas
aunque a veces no.
Bueno, habitualmente no son rojas…
Mejor dicho, las rosas son rosas
-o-
Los árboles no me dejaban ver el bosque,
Me fui hasta el quinto pino para dar con un claro,
la aviación lo había llenado de humo de bengalas.
En el claro no se veía un pimiento
Cuando mi abuela se divorció de mi abuelo
Hizo decapitar sus cuadros y vaciar sus armarios.
Ya casi no me acuerdo de su cara
Pero recuerdo prístinamente su caballo
Una vez, mi tío Ramón, quiso enrollarse con un oso.
Fue un encantador malentendido fruto del alcohol.
Todos nos reíamos al contarlo en navidades
Pero mi tía dejó de depilarse
Os quiero con ardiente pasión