La Maquina
El otro día, estrujado en un ascensor del ministerio de obras públicas, una subsecretaria pechugona y pintada como una puerta empezó a flirtear descaradamente conmigo guiñándome un ojo. No era mi tipo, ya no […]
El otro día, estrujado en un ascensor del ministerio de obras públicas, una subsecretaria pechugona y pintada como una puerta empezó a flirtear descaradamente conmigo guiñándome un ojo. No era mi tipo, ya no […]
Queridos amigos, hay una falsa creencia bastante extendida que atribuye a los artistas gran inteligencia y talento. Nada más lejos de la realidad. Un antiguo colega de profesión se estrangulo a si mismo abrochándose la […]