Arte Standard Internacional

 

Hoy me gustaría empezar contestando a la enigmática misiva de nuestro amigo Desmond, de  Ohio, Cincinnati.


“Querido Desmond, ¡No!

No soy un Ed Wood español. No utilizo los Jerseys de angora de mi mujer durante mis sesiones de pintura. No sé de qué vídeo me hablas y te rogaría que sea lo que fuere lo que has visto en youtube lo eliminases.

Gracias Desmond

Tuyo,

 Íñigo“


Bueno, a otra cosa mariposa.


El otro día fui a uno de esos  centros culturales de periferia, a ver una expo de alcurnia contemporánea. Al artista ponente le recordaba de nuestras coincidencias en otros eventos de salón. Recordaba entre suspiros esas fotos de señores bajos vestidos de toreros y quise hacerle un guiño disfrazándome para la ocasión. De pito parriba iba de torero, y de pito pabajo de coleccionista internacional. Mi bochorno fue inconmensurable cuando descubrí que el protagonista  se había pasado al “Arte Standard Internacional”


Como una cenicienta entre campanadas  me di el piro, desalojando montera y otros fetiches en la huida.

¡Qué difícil tenemos la vigencia los artistas, sobre todo en España!


Las filias eran más fáciles antes, podías ser comunista, putero,  taurino y republicano como Picasso, y todo el mundo a comulgar. Cuando digo todo el mundo hablo de todo el mundo.
O como Dalí, franquista, metafísico y gay, y lo mismo de lo mismo.


El desconcierto global de la fauna local nos avoca a la extinción.

Tengo síntomas de proyección astral cada vez que me paseo por los rincones guais del panorama artístico madrileño
Entro en trance al más puro estilo padre Pilón al visitar las galerías españolas.  Es como entrar en una maqueta a escala 1:2 de una sala británica de hace quince años. La capacidad de mimetismo con ese pasado desactualizado recrea mis sensaciones más poéticas, la nostalgia,  y también la cursilería de los críticos que ya no saben que decir y el desencanto Panero del panorama en general.


Vamos camino de la perdición todos juntitos, de la mano, cantando y desafinado. La culpa es de la desidia y el coñazo que emanan de nuestros poros.

Cuatro comisarias belgas posando en la “Documenta” para la prensa española
¿Quién decidió que el arte se hacía fuera y cuándo nos lo creímos?


¿Cuándo hemos dejado de ser la chica mona del baile?


Por lo que a mí respecta esto se ha acabado. España será  el nuevo centro del  voyerismo internacional.

¡Coño!



Ruego a la tromba de “east collectors” que no me colapsen el teléfono. Para cuestiones de más de seis cifras pueden mandarle los portfolios a mi secretaria de Manila. Atiende al nombre de Calista.

Distintas imágenes (pertenecientes a diferentes artistas del mundo)
 recreando manidas metáforas con el dinero