Las tres reglas de oro de ARCO. Petite manuelle.

Por fin ha llegado la cita más importante del año del arte español, al resto del mundo artístico le trae sin cuidado. Les propongo hacer un pequeño repaso para afrontar esta crítica circunstancia con airosa solvencia.
Uno
Fundamental. “todo es cultura”, Sol Lewitt.
Sol no es diminutivo de Soledad, ya me gustaría a mí. Este queridísimo artista conceptual bailó sobre las tumbas de todos aquellos que pensaban y pensarán que recitar la Ilíada de memoria es una gran cosa.
Como todo es cultura desconfíe. ¿Es un bedel eso que te mira con una escoba desde el Stand de Max Estrella o es un artista en plena  performance?
Tome distancia, mirada despectiva ¡Aléjese! Deje que sea la directora de la pieza o algún crítico el que caiga en la trampa de alabar un “cuadro fake” pintado por unos preescolares y colado de extranjis en la feria para deleite de los zappings.

Dos
Olvídate de la corbata.
¿Qué es usted, un artista, el emperador del dentífrico en nueva California, un hippie o un  mero burócrata gris y aburrido? Es preferible que vaya con la cola fuera a lo Shine a llevar corbata.
Yo fui una vez a una inauguración con corbata. Giovanni Ouzounoff, mi dealer de entonces, me acompañaba, idénticamente arreglado. Recibiríamos un premio que me habían concedido, digo recibiríamos porque cuando nos vieron entrar de esa guisa nos dieron de lado, y el fantita que apuramos de un solo vaso con dos pajitas, me resultó eterno.
Tres y último
Vocabulario
Veamos, la mejor manera de explicar este último paso será mediante un ejemplo. Supongamos que está observando la típica foto que aparece en arco todos los años. Está usted contemplando a un impúdico urólogo desnudo, que le está haciendo un tacto rectal a un paciente, también desnudo, biensûre. En los ochenta podría haberse referido al miembro de los fotografiados como, pene o falo. Las palabras técnicas que se utilizaban por entonces denotaban una diferencia entre los consumidores de mass media y el arte elite. Si estuviéramos en los noventa podríamos hablar de poya o cipote. Superadas las tendencias psycho-cultas empezó a llevarse lo vulgar descontextualizado. Es la llamada transversalidad. El clímax de esta tendencia se ha alcanzado en la pasada década. Entonces habríamos hablado de verga, para dar un tono medieval, o de tubo de carne, con toques de ciencia ficción, el taladro, albañilería…
Yo les aconsejo que creen tendencia, olviden el pasado, innoven. Lo mejor es utilizar técnicas psiquiátricas. Busquen la regresión de sus acompañantes, llévenles a su infancia. Hablen de pito o salchicha, incluso de culo. Mi madre jamás se refirió al pito como tal, todo lo que hay de ombligo para abajo es culo. Imagínense a su partenaire, cuando observando extasiados la foto, ustedes digan.
– Es el culo más largo y colorado que he visto en mi vida, no entiendo como le puede caber en la boca