Neorealismo

Querida e informe masa lectora, hoy me gustaría atender a la curiosidad que muchos legos muestran hacia la vida “privée  de l´artiste”. Muchos piensan que los agujeritos y ambientes por los que nos movemos, son espesos lugares nublados por el opio y quebrados por escabrosas escenas. Bueno, esto es así a medias, al menos en mi caso.
Paso a relataros un incómodo pasaje, digno del neorrealismo italiano más Passoliniano.

Yo había tenido una sesión muy atribulada. Los tacos se me escapaban al mezclar los colores y cada cinco minutos miraba de forma aterradora a la puerta por ese insistente rumor que exhalaba.
-¡¿Podré pintar cinco minutos en paz?!
-Niños, jugad más bajito que la reina de Saba no se concentra
-Te he oído, mi mordaz Edelweiss.-Le dije atipladamente a Mindi
-¿Quién es la reina de Saba? – Pablo se parece a mí, le gusta el conocimiento más que a un tonto un bote.
-La reina de Saba es tu padre, amor de mi vida
-¿Podríais tener esa docta conversación en otro lugar? ¡¡A ser posible en las antípodas geográficas!!
-¿Qué son las antípodas, mamá?-He de reconocer que esa inquisitiva ansia de conocimiento me enorgullece. Acto seguido, la pequeña Jimena irrumpe en el estudio desnuda y con el culo en pompa.
-Mira papá, las antípodas
-¡Oh, por la virgen santísima! Esto es el colmo… el hecho de que con apenas dos años hayas acertado con una metáfora antipódica, no es razón para destrozarme así los nervios.- Es difícil hacerse respetar por un culo.
-Es sólo una niña.-Aseveraba lo evidente Mindi mientras evacuaba a la intrusa.-Además deberías dejar de pintar, te estás cargando el cuadro.
-¡¡¡Cómooo!!!-Había cruzado una raya, todo el mundo lo sabía
-Mira guapo, te estás pasando con el blanco.
-Ni se te ocurra meter al blanco en esto.
-Lo que tú digas, cari, pero los colores se te están apastelando.
-¡Me cago en Ros! ¿Con que sí, eh?-Cogí el blanco de titanio y empecé a rociar el cuadro en el que llevaba trabajando dos meses.- ¡¡¡ ¿Te sigue pareciendo mucho blanco, porque todavía queda más?!!!- Jimena se echó a llorar
-¿Ya estás contento, no? El cuadro destrozado, los niños llorando…-La libido bélica se disipó cuando lancé el cuadro por la ventana. Gracias a Dios planeó sin incidentes hasta el suelo. Pablo atónito estudió su aterrizaje para terminar preguntando a su madre.
-¿Por qué la reina de Saba ha tirado el cuadro por la ventana?
Debido a lo costosísimo de estás escenas, Mindi, yo y los niños hemos acordado tenerlas sólo una vez al mes. Son por otro lado, parte esencial de la experiencia chunga que todo artista necesita para generar emociones transversales.
Estoy pensando en alistarme en regulares.
Vuestro chico trabajador