Ping (2º parte)

Sigo con mis pesquisas,
Quizás es una entrada prematura, pero no me he podido resistir a compartir la información que he obtenido sobre el “caso Ping”. Para los que no se acuerden, es la trama internacional de blanqueo de dinero y obras de arte. En fin,
Había sacado a mi contacto, de las fuerzas del orden, de la cama.
-Deja eso, te puedes quemar.-me dijo inmediatamente, según me senté en la barra del Lago de Sanabria.
-No quiero dejarlo ¿Me vas a ayudar?
-Aquí hay mucha gente con intereses si te pones a tocar las narices…
-Eso es cosa mía, quiero saber porque están sacando a toda esa gente de la calle, incluido Ping. Les han pillado con las manos en la masa ¿No?
-Al menos manda a tu mujer y tus hijos de vacaciones-De su ruego salían sílabas y trocitos de croissant a la plancha a partes iguales.
-Seguro. Dame algo, lo que sea. Yo tiraré del hilo.
-Está bien. Tú mismo. Busca un museo importante que haya echado atrás una exposición en el último momento.
-Está bien…-Me tomé algo de tiempo-¿Eso es todo?
-Sí…-Dijo escuetamente aunque una sonrisa se le dibujo en la cara.-Acompáñame fuera me quiero fumar un cigarro.-  Esto fue hace un par de días. Fuera jarreaba y entre el ruido y la lluvia se encendió el pitillo.-El actor porno…
-Nacho Vidal
-Sí. Pues ese estaba metido hasta las cejas-A mi contacto le entraba la risa aunque intentaba contenerse.
-Eso parece
-Entre él y el chino tenían tantos pufos y chanchullos que ya no se aclaraban ni ellos. Terminaron por confundir unos embalajes destinados a la exposición de este museo.
-Ya veo ¿Obra que les habían comprado?
-Eso parece, todavía no está del todo claro. El caso es que lo que llegó al susodicho museo fueron unos consoladores de colores hechos a partir del molde del pene de Nacho Vidal.
-¡Coño! ¿Y no se dieron cuenta?
-De primeras no.-No hubiera sabido distinguir si las gotas que le caían por la cara eran cosa de la lluvia o del ataque de risa.- etiquetaron los consoladores, los fotografiaron y  lo colgaron en la web como si fuera obra de un artista chino muy famoso. Pero lo mejor es que llegaron a inaugurar la exposición y ninguno de esos políticos, críticos, artistas, coleccionistas fue capaz de darse cuenta del cambiazo.
-¡Ostras! ¿Cómo no se ha sabido nada esto?
-A ninguno de esos idiotas que se la metieron doblada les interesa que se sepa… Ya te he dicho que aquí hay mucha gente metida, es mejor que lo olvides.-Mi contacto había recuperado la compostura-¡Hala vámonos!-