Tanatos y Eros

El otro día le dije a los niños que se tenían que ir a casa de su abuela porque por una vez en la vida me apetecía realizar el coito con su madre de manera tranquila. Había alquilado para la ocasión un uniforme de capitán herido con una pierna de escayola falsa y un traje súper escueto de neurocirujana de campaña con ligueros fucsias y tatuajes de calcomanía. Además, había visto que echaban en Netflix “Oficial y caballero”.

– ¿Qué es el coito? – preguntaron

-El coito, queridos planes de pensiones, forma parte del “eros”. Los grandes pensadores han concluido que la vida se resume en el “tanatos” y en el “eros”. Tanatos significa muerte, es algo que a la gente le suele agobiar mucho y es causante de una cantidad enorme de comportamientos irracionales como el matrimonio, el consumo de cocaína o la crisis de los cuarenta.

Cuando la gente se agobia tiende a aparearse si puede. En el caso de los seres humanos es una cosa bastante asquerosa que consiste en rechupetearse de arriba abajo durante una media hora. Es como comer almejas o caracoles, las primeras veces te da repelús y luego te los terminas comiendo con cáscara. Vuestra madre y yo somos muy aficionados.

-Papi querido, ¿Nos dejarías echarle un vistazo? – Dijo el nuevo que sabe latín y tiene un Edipo solo comparable al de Lorenzo Lamas.

– mira no, vuestra madre y yo pensamos que no es apropiado a vuestra edad, lo podríais aborrecer o desear demasiado convirtiéndoos en un personaje de Houllebecq, lo cual es todavía peor que llevar un discurrir vital ortodoxo, con una hipoteca, un divorcio y pastillas para las transaminasas.

Además, yo estoy en plena fase creativa, desplegando la imaginería de la próxima exposición y necesito que Mindi esté relajada y tranquila y no pensando que alguno de vosotros se vaya a levantar a pedir un vaso de agua. Por si fuera poco, está vez tiene un montón de líneas de guion y no es fácil intercalar las citas de Goethe y Kant con los “papitos” y los “dame tu cosita”.

Escuchad, he llamado un taxi, el nuevo tiene veinte euros. Cuando lleguéis a casa de la abuela y os pregunte que qué hacéis allí le cantáis un villancico y le decís que os paso a recoger en un par de horas ¿Entendido?

-Entendido ¿cuándo volvamos tendremos un hermanito?

No tengáis miedo usamos métodos profilácticos para no desestabilizar el frágil ecosistema económico familiar. Si os vais rápido y sin rechistar podremos discutir lo del perro.

-Sí mi capitán.

 

Os quiere, vuestro chico trabajador.

el dia más feliz de nuestras vidas

En los días de vino y rosas el último empujón al éxtasis nos lo da la propia muerte