Queridos hooligans de la cultura. Hoy que un polaco es noticia, me gustaría recordar a otro de sus compatriotas que tuvo gran influencia sobre los devenires del arte de la segunda mitad del XX.
Estoy seguro que todos conocéis la famosa historia del bombardeo de Varsovia durante la segunda guerra mundial. Algunas de las bombas cayeron en el zoo, y los animales que sobrevivieron escaparon de sus jaulas aterrados por el apocalipsis. Ciertamente eso es lo que debieron pensar los Varsovianos cuando vieron pasar a jirafas, leones, cebras y otras bestias por las calles. Lo que ya no sabe tanta gente es que entre esos animales se encontraba un oso, donado por un gitano rumano cuando pronosticó acertadamente que los nazis le enviarían a un campo de concentración. Formaban un dúo circense llamado Dimitri y Paulov. Paulov era el oso, y entre otras cosas había aprendido a montar en bicicleta. No tenía un pelo de tonto aprovechó el bombardeo para robar una bici y hacer gala de sus cualidades ciclistas para pasar una frontera tras otra hasta la Francia de Vichy. Los guardias fronterizos permitían su peregrinar muy probablemente por la poca verosimilitud que atribuían a lo que estaban viendo. Esta historia tampoco es muy conocida, pero hubo un gran porcentaje de bajas psiquiátricas en el frente occidental debido a esta causa.
Con la ayuda de “la resistance” cruzó el canal disfrazado de pastor alemán. Tras un par de semanas se hizo con esa jerga del inglés que hablan los ingleses. Puso al día de la situación Polaca a los servicios de inteligencia y aceptó un cargo como agente doble en el MI6. Fue en esta época cuando entró en contacto con Lucien Freud y la escena artística europea exiliada en Londres. Dicen que en una soirée calentita le arrancó la cabeza de un mordisco a Glenn Miller y que fueron los servicios de inteligencia británicos los que dejaron el cadáver en un burdel de París para sembrar la confusión.
Recién comenzada la guerra fría expone su obra en el museo de Philadelphia junto a Marcel Duchamps y entra en el círculo de los protoconceptuales, dicen que la idea de “La Fuente” se la da el mismo Paulov a Marcel en una noche de vodkas.
Contrae matrimonio con la también artista Marie Daffour con la que tiene tres hijos. Por increíble que pudiera ser el oso Paulov, pienso que es más creíble atribuir el milagro de la descendencia a la promiscuidad de ella.
Muere en un infortunado accidente de caza cuando el lord del almirantazgo le confunde con un oso salvaje. El hecho es bien conocido pues la reina llamó estúpido en público. Le dijo: “¿Desde cuándo existen oso salvajes en Inglaterra, imbécil?”
Fue enterrado con honores de estado en St Paul´s y su obra, aunque poco profusa, aun se puede contemplar en el museo Pompidú.
Me voy a disfrutar del aperitivo con la prole y mi señora
Vuestro chico trabajador