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Cuando eres pequeño te es difícil ponderar la importancia de una figura como la de Velázquez cuando prácticamente vive en tu casa. La imagen que yo tenía por aquel entonces de el, era la de un señor muy pesado que le daba dolores de cabeza a mi madre. “Velázquez esto…”, “Velázquez lo otro…”
El caso es que a mi padre no parecía importarle esa intensa relación.
Un día mi madre apareció con una noticia a la hora de cenar.
-Voy a ayudar a John Brealy a retocar las meninas.
-¿Quiénes son esas que tienes que tocar?-preguntó muy interesado mi hermano Pablo
-Las mininas son unas gatas.- le respondió mi hermana Guío, demostrando que en nuestra casa podías encontrar un experto en cada miembro de la familia
Mi padre es el que dejaba notar alguna emoción algo más sofisticada.
-Niños, mamá va a salir en los periódicos, va a ayudar a arreglar el cuadro del pintor más importante del mundo.
La primera vez que yo vi un Velázquez, estaba envuelto con unos papelitos blancos, como si fueran a regalarlo en navidad, así que no me pude impresionar al verlo, aunque hubiese querido. Me llamó la atención ver un retrato suyo y ver que tenía barba y bigote. En realidad estaba esperando que realmente se pareciera a mi madre o por lo menos que no fuera tan diferente de la imagen que yo tenía de un pintor. Parecía más bien un espadachín.
-Y realmente lo era.-dijo mi tía que trabajaba codo con codo con mi madre-Maneja el pincel como una espada, y es tan bueno que no necesita lápiz para dibujar, lo hace directamente con la pintura.
De repente las radiografías empezaron a revolotear a mí alrededor…
-El arrepentimiento de este pie…
-Casi no utiliza pintura…
-La preparación de blanco de plomo…
-Velázquez pinta lo que quiere y como quiere.-no paraban de repetir impresionadas
A mi lo que realmente me gustaba de ir a ver a las restauraciones de los cuadros de Velázquez es que luego me iba a desayunar con ellas y me fumaba un día de clase. Esto me creo una buena disposición natural hacia ese pintor.
Hasta la preadolescencia no pude valorar adecuadamente la importancia tanto de Velázquez como de mi madre. Desgraciadamente para mi madre ya era demasiado tarde, yo ya estaba asilvestrado.
Las conversaciones que surgían a la hora de desayunar, comer o cenar sobre Velázquez empezaron a interesarme. Cada día era una cosa. Un día era la atribución de un cuadro a “Mazo” discípulo suyo.
-Estaba claro.-decía mi madre-aunque se parezcan en los temas la técnica es muy diferente, Velázquez tiene una lectura de las facciones fundidas con sensación de algo vivo y muy poco detallado. Y mazo es detallado pero no vivo
Otro día era un hallazgo sobre el Felipe IV
-Lo empieza y termina Velázquez, pero entre medias trabaja otro pintor.
Los días que tocaba hablar sobre la técnica de Velázquez eran los mejores. Mi padre había sacado matricula de honor en dibujo en la carrera de arquitectura y no perdía esa oportunidad para explicarnos como hizo de bien el examen de fin de curso. Lo explicaba tan bien que yo no tenía ninguna duda que el mejor pintor de la historia había sido mi padre.
En esas ocasiones mi madre explicaba como Velázquez es una evolución continua.
-Al principio utiliza la pintura más densa y un poco más opaca. Poco a poco va cambiando las preparaciones y no la paleta. Estás preparaciones son cada vez más claras utilizando los fondos de luz para llevarlos a la pintura. De esta manera su pintura va perdiendo densidad y ganando luminosidad y esa sensación de esfumatto.
Entonces llegaba la controversia. A mi padre le gustaba la monja, que es de sus primeros cuadros y aun sin esa técnica deslumbrante del final. Yo decía que las meninas.
-El carrillo es de mi madre, no de Velázquez
Y en fin la cosa iba derivando
Cuando empecé a escribir este texto, pensé en quizás sería interesante ir escribiendo los conocimientos que me ha ido trasmitiendo mi madre a lo largo de los años, con la esperanza de que le pudiera ser útil a algún otro pintor, que quizás pudiera crear controversia e intercambio de ideas.
Cuando terminé ese primer texto me resultó frío y parecido a las entrevistas que le suelen hacer en los periódicos o en las televisiones. “Las hermanas Dávila restauran las Hilanderas. Entrevista exclusiva”
Entonces pensé que quizás era mejor hablar de esta otra manera. Haciendo ver que una persona normal, que te lleva al parque, cocina, plancha además hace cosas excepcionales como restaurar un Velázquez. Hacer algo excepcional debería ser un fin para todos los que pretendemos hacer arte y las cosas excepcionales también las pueden hacer las personas normales. Aunque cueste mucho trabajo.
Velazquez, my mother and me
When you’re small is difficult to measure the importance of a figure like Velázquez when practically lives at home. The image I had at that time from him was of a men who gaves heavy headaches to my mother. She always talked this way “Velázquez this …”, “Velázquez that …”
Anyway, my father did not mind the intense relationship.
One day my mother came up with a story to suppertime.
I’m going to help John Brealy to retouch “Las Meninas”.
– Who are these that you have to play? Very interested asked my brother Paul
-The mininas are some cats. – my sister replied, showing that in our house you could find an expert in each family member
My father is showing some emotion something more sophisticated.
-Kids, Mom will come out in the newspapers, will help restore the most important painting in the world.
The first time I saw a Velázquez, was wrapped with white pieces of paper, as if to give it away at Christmas, so I could not impress him. I was struck to see a picture of him and see that he had a beard and mustache. I was actually really hoping that resembled my mother or at least it was not so different from the image I had of a painter. It looked more like a swordsman.
-And he really was- said my aunt who worked side by side my mother- handles his brush like a sword, and is so good that he do not need pen to draw, he do directly with painting.
Radiographs suddenly began to flutter around me …
-The repentance of this foot …
-The preparation of white lead …
-Velázquez paints what he wants and how he wants
To me what I really liked to go to see the restoration of the paintings of Velázquez is that after I went to breakfast with them and I didn´t go to the school. I think That creates my good disposition about this painter.
Until to be a preteen I could not evaluate the importance of Velázquez as both my mother. Unfortunately for my mother it was too late, I was wild.
The discussions that we had at the time of breakfast, lunch or dinner about Velázquez began to interest me. Every day was a thing. One day was the attribution of a painting to “Mazo”
He was Clear. said my mother- Velázquez has a reading of the factions merged with feeling alive and not many detail. And deck is detailed but not alive
Another day was a finding on Felipe IV
The days we had to talk about the art of Velázquez were the best. My father had taken honors in drawing and architecture courses not lose this opportunity to explain how well made the end of course exam. He Explained it so well that I had no doubt that the best painter of history had been my father.
At those times my mother explained as Velázquez is a continuous evolution.
Initially, the paint used denser and slightly opaque. Gradually changing the preparations and the palette. These preparations are becoming clearer light using funds to take up painting. Thus painting loses its density and luminosity and that winning feeling esfumatto.
Then came the controversy. My father liked the nun, which is one his first paintings and even without that dazzling technique of his end. I said that Las Meninas.
-The carriage is of my mother, not of Velázquez
And finally the thing was drifting
When I started writing this text, I thought it might be interesting to write the knowledge that has been passed me my mother over the years, with the hope that it might be useful to some other painter, perhaps you could create controversy and exchange of ideas.
When I finished that first text I was cold and interviews like you usually do in the newspapers or on television. “The sisters Davila. Exclusive Interview “
Then I thought that maybe it was better to talk about this another way. Showing that a normal person, which takes you to the park, cooking, ironing also do exceptional things as restore a Velázquez. Do something exceptional would be an end to all we intend to do exceptional things art and also normal people can do. Although it costs a lot of work